4.20 El caso Dreyfuss

Portada de un periódico frances original.

Figura 4.42: Portada de un periódico frances original.

Para terminar este apartado de derecho y probabilidades, no podemos dejar de citar este caso, por cuanto en él se vio involucrado Jules Henri Poincaré (1854-1912); físico, científico teórico y filósofo de la ciencia, primo del presidente de Francia Raymond Poincaré.

Henri Poincaré, uno de los matemáticos más prestigiosos de la historia.

Figura 4.43: Henri Poincaré, uno de los matemáticos más prestigiosos de la historia.

No sería el único personaje célebre que se involucró en la defensa de una acusación injusta. El caso Dreyfus es un caso histórico por sus connotaciones racistas y políticas, que causaría un vuelco en la historia de Francia. Émile Zolá (1840-1902), el famoso escritor, se implicaría tanto en este caso que debería exiliarse en Londres para no ir a la cárcel.

Este caso apareció reflejado en la película “La vida de Émile Zola” (1937), y sería también inspiración de diferentes películas y documentales. Aunque puede consultarse con detalle en la wikipedia (https://es.wikipedia.org/wiki/Caso_Dreyfus), expondremos un breve resumen y la importancia de las pruebas periciales y las probabilidades en este asunto.

Izquierda: Émile Zola. Derecha: Paul Muni, en la película "La vida de Emile Zola" (1937), que le valió al actor una nominación al Oscar.

Figura 4.44: Izquierda: Émile Zola. Derecha: Paul Muni, en la película “La vida de Emile Zola” (1937), que le valió al actor una nominación al Oscar.

Alfred Dreyfus (1859-1935) era un capitán del ejército de origen judio que fue falsamente condenado por pasar secretos militares a los alemanes. En 1894, después de que un espía francés de la embajada alemana en París descubriera una carta, arrojada en una papelera, con una escritura que se parecía a la de Dreyfus, fue juzgado en consejo de guerra, declarado culpable de traición y condenado a cadena perpetua en la Isla del Diablo, frente a las costas de la Guayana Francesa.

En 1896, el nuevo jefe de la unidad de inteligencia del ejército, Georges Picquart, descubrió pruebas que señalaban a otro oficial militar francés, el mayor Ferdinand Esterhazy, como el verdadero traidor. Sin embargo, cuando Picquart les dijo a sus jefes lo que había descubierto, fue transferido al norte de África y luego encarcelado. Sin embargo, empezaron a circular noticias sobre la posible culpabilidad de Esterhazy. En 1898 fue juzgado en consejo de guerra pero, rápidamente, fue declarado inocente; más tarde, huyó del país.

Tras la absolución de Esterhazy, un periódico francés publicó una carta abierta en primera página titulada “J’Accuse….” de Emile Zola, en la que defendía a Dreyfus y acusaba a los militares de un encubrimiento importante en el caso. Ya antes de la intervención de Zola, el caso Dreyfus había generado una división en la opinión pública francesa entre partidarios y defensores de este. Después se irían sucediendo revisiones de la condena, hasta conseguirse una amnistia del condenado en 1899, y la absolución final en 1906.

Portada del diario original con la famosa carta de Zola.

Figura 4.45: Portada del diario original con la famosa carta de Zola.

Como resultado de su famosa carta “Yo acuso”, Zola fue condenado por difamación, aunque escapó a Inglaterra para no ir a la cárcel, volviendo más tarde a Francia.

La acusación contra Dreyfus, en el juicio inicial que lo condenó a prisión, estuvo marcada por las pruebas periciales realizadas por Alphonse Bertillon (policía francés, 1853-1914), hijo de Louis-Adolphe Bertillon (médico, antropólogo y estadístico al igual que el hermano de Alphonse, Jacques Bertillon, que también fue médico y estadístico). Se le considera el creador de la antropometría, en su caso la recopilación de una serie de medidas físicas para poder reconocer a los delincuentes. Esta técnica, inicialmente conocida como Bertillonage, tenía el problema de que las medidas recogidas de las personas “fichadas” iban cambiando con la edad, algo que no sucede con las huellas dactilares. Fue precisamente Francis Galton quien le daría el impulso definitivo a esta técnica de identificación de criminales mediante el uso de estas últimas, calculando además la probabilidad de que dos personas en el mundo puedan tener las mismas huellas, que es prácticamente nula.

Bertillon fue perito de la acusación contra Dreyfus. Argumentó que la letra encontrada en la carta que demostraba espionaje alemán contra Francia era de Dreyfus, y que la había alterado para esconderla. Calculó la probabilidad de que la letra hubiera sido falsificada para acusar a Dreyfus en un número muy pequeño.

Pueden leerse los detalles con cierta profusión en el libro, ya comentado, de Garzón (Ruiz-Garzón 2015), donde se advierte que el error cometido por Bertillon es un ejemplo más de la falacia del fiscal. En 1899, Paul Painlevé, matemático que llegó a primer ministro de Francia, recibió una carta de Poincaré, donde este criticaba abiertamente los cálculos realizados por Bertillon. Se abriría posteriormente una revisión del caso, donde el tribunal encargaría un informe pericial a Gaston Darboux (secretario perpetuo de la Academia de Ciencias), Paul Apell (decano de la facultad de ciencias de París) y al mismo Poincaré, sobre el tema de la falsificación. Este informe supondría un espaldarazo a la inocencia de Dreyfus, a la par de una desacreditación para Bertillón.

4.20.1 Curiosidad histórica

Poincaré es conocido como el último universalista (especialista en más de una rama científica), y fue autor de importantes logros reconocidos en muchas de sus áreas de conocimiento. Escribió grandes avances sobre la teoría de la luz y desarrolló avances en la teoría de la relatividad. Como matemático, dejó escrito una de los famosos siete problemas del milenio: la llamada Conjetura de Poincaré, un problema topológico que fue resuelto por el matemático ruso Gregory Perelman en 1906. A este último le sirvió para obtener la medalla Fields (equivalente al premio Nobel en matemáticas) y el premio del milenio otorgado por el Clay Mathematical Institute, dotado con un millón de dolares. Sin embargo, Perelman no fue a recoger el premio porque, según parece ser que dijo que estaba ocupado cuidando a su madre, a quien no podía dejar sola en su pequeño apartamento de Moscú. Según aparece en la Wikipedia, renunció al premio diciendo:

“No quiero estar expuesto como un animal en el zoológico. No soy un héroe de las matemáticas. Ni siquiera soy tan exitoso. Por eso no quiero que todo el mundo me esté mirando.”

Buscando en internet, me he encontrado, según la fuente que se mire, que renunció a un premio diciendo una cosa, o al otro diciendo la contraria. Yo mismo recuerdo escuchar en el telediario, en el año 2006, que Perelman no había ido a recoger la medalla Fields, y según comentaban por la razón anteriormente expuesta. Lo que sí parece ser verídico es que debe ser tan buen matemático como persona honrada.

Gregory Perelman.

Figura 4.46: Gregory Perelman.

References

Ruiz-Garzón, G. 2015. Condenados Por La Estadística. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cadiz.