5 DIAGNÓSTICO
Esta etapa consiste en registrar el estado de las diferentes variables en UE particulares, sin considerar lo importantes o informativas que tales variables puedan ser para la definición de las dimensiones, sino únicamente el estado que exhiban en la unidad evaluada. Cada UE exige un registro independiente de todas sus variables.
Aunque esta es sin duda la labor que más tiempo demanda, no exige el nivel de compenetración de las otras etapas, por lo que puede ser realizada por encuestadores adecuadamente capacitados que conozcan las diferentes categorías de las variables evaluadas o en su defecto (cuando la variable no hubiera sido categorizada: sección 3.1), que tengan el criterio para asignarle una calificación a las diferentes situaciones que puedan encontrarse en campo.
Dependiendo de que las variables hayan sido categorizadas o no, se manejarán dos tipos de formatos, en correspondencia con los formatos que se utilizan para alimentar la función que calcula los índices: de marcas o de calificaciones (cf. secciones 7.1 y 7.2).
En el formato de marcas, cada variable aparecerá una vez, desglosada en sus diferentes categorías. Aunque alguna variable pueda participar en varias dimensiones con diferentes calificaciones y diferentes ponderaciones, no se requiere repetirla en el formato de diagnóstico. La adaptación se realiza posteriormente, sobre la base de datos que vaya a utilizarse como insumo de la función de cálculo de los índices (cf. sección 7.1).
Cuando no se hayan identificado categorías exhaustivas y mutuamente excluyentes para cada variable, se usará el formato de calificaciones (cf. sección 7.2). Cada variable aparecerá tantas veces como participaciones tenga en diferentes dimensiones. Así, si la variable v7 participa en las dimensiones ambiental, técnica y social, aparecerá tres veces, siendo necesario asignarle en cada caso alguna etiqueta adicional para su reconocimiento, dado que, la deseabilidad/indeseabilidad de dicha variable puede cambiar en los contextos ambiental, técnico y social, y consecuentemente sus calificaciones. Podrían usarse nombres como los siguientes: “v7 ambiental”, “v7 técnica”, “v7 social”, los cuales servirían de guía a los encuestadores para asignar las correspondientes calificaciones.
Mediante la capacitación de los encuestadores se busca unificar los criterios, de manera que una encuesta que sea aplicada por diferentes encuestadores sobre una UE produzca las mismas calificaciones. Todos los encuestadores deberán contar con una guía de calificación a la que puedan acudir en todo momento, la cual, dependiendo de las características de las encuestas y de las UE, podrán incluir diferentes recursos tales como descripciones, fotos, videos, plantillas, etc.
El uso de uno u otro formato (marcas o calificaciones) depende del orden en que se realicen los procesos esquematizados en la figura 1.2. Si la construcción de la escala de calificación (capítulo 3) se realiza antes del diagnóstico (¡recomendado!), el formato de marcas es el más práctico. No obstante, si al momento de realizar el diagnóstico no se ha construido la escala de calificación, y muy particularmente, si no se han definido las diferentes categorías de cada variable, la información deberá colectarse mediante el formato de calificaciones.